lunes, 23 de enero de 2012

El arte de amargarse la vida. Paul Waltzlawick.


Inteligente y divertido este libro de uno de los principales autores de la Teoría de la comunicación humana y del constructivismo radical. En El arte de amararse la vida, Paul Watzlawick utiliza la ironía y el humor para exponer ciertos mecanismos mentales con los que las personas pueden llegar a convertir las pequeñas cosas en insoportables o, simplemente, percibir el mundo como un lugar incómodo y desagradable.

A través de pequeñas historias, reflexiones, ejemplos literarios y refranes, El arte de amargarse la vida permite al lector descubrirse en determinadas actitudes frente situaciones cotidianas invitándole a reflexionar sobre los procedimientos por los que una persona va construyéndose una vida desdichada contribuyendo a su propia infelicidad.



Estos son algunos de sus "consejos":

- Convéncete de que sólo hay una opinión correcta, la tuya, y comprueba que todo el mundo va de mal en peor.
- Aférrate al pasado de manera que no tengas tiempo de ocuparte del presente.
- Convéncete de ser pura víctima de las circunstancias. Lo que te haya podido causar dios, el mundo, el destino, la naturaleza, los cromosomas y las hormonas, la sociedad, los padres, los parientes y sobre todo los amigos es tan grave que sólo insinuar que pudieras poner algún remedio a la situación ya sería una ofensa.
- Asegúrate de que por mucho que cambien las circunstancias conviene seguir prefiriendo las soluciones que fueron suficientes y eficaces.
- Rechaza o elude una situación peligrosa aunque te intenten hacer ver que el peligro ya ha desaparecido.
- Haz un pronóstico o déjate profetizar un hecho que temes, considéralo después con consistencia propia e independiente de ti, así podrás llegar a donde precisamente no querías.
- En las relaciones interpersonales es recomendable leer los pensamientos del otro y actuar en consecuencia. Si puedes acompáñalo con unos pocos reproches hacia el otro que tengan un gran tinte de violencia y ambigüedad. -Exige al otro que haga algo espontáneamente.
- Siéntete frustrado al recibir un regalo sólo por haber expresado anteriormente el deseo de recibirlo.
-En la relación con otra persona admite tan sólo la alternativa de ganar o perder para poder garantizar no sólo esa relación si no incluso otras futuras.

Aquí un pequeño párrafo en el que se refleja el mensaje de la obra:

"La regla fundamental que dice que el juego no es ningúnn juego, sino algo tremendamente serio, hace que la vida sea un juego sin fin que sólo la muerte acaba. La única regla que podría poner fin a este juego, no es ni siquiera una regla de este juego, tiene varios nombres y en el fondo significan lo mismo: honradez, confianza, tolerancia. Si lo creyéramos también sabríamos que no sólo somos los creadores de nuestra desdicha sino que del mismo modo podríamos crear nuestra felicidad".

LLegados a este punto quizá podamos compartir las afirmaciones que un personaje de Dostoyevski decía en Los demonios:

"Todo es bueno, todo. El hombre es desdichado porque no sabe que sea dichoso. Sólo por eso. Esto es todo, todo. Quien lo reconozca será feliz en el acto, en el mismo instante".




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