lunes, 27 de octubre de 2014

La divina comedia. Dante Alighieri


La literatura, de nuevo, herramienta de conocimiento, no enseñanza para el lector, sino un proceso en el que autor  descubre un camino en progresión (infierno-purgatorio-paraíso) que es también el camino hacia el conocimiento interno. Del mismo modo, la literatura como una construcción que no se diferencia en nada de las catedrales góticas: dos proceso literarios casi perdidos en el mundo contemporáneo...

Lo decía T. S. Eliot: desde un punto de vista exclusivamente cultural Dante representa el punto más alto de la cultura europea, después de él, con el Hamlet de Shakespeare, comienza la caída en picado, la disgregación de los saberes, las diferentes perspectivas y el relativismo que poco a poco se convertirán en las grietas del relato occidental. Es difícil saber si Eliot tenía razón o no, pero si parece ser cierto que en cuanto a literatura la Divina Comedia es la cumbre del relato como construcción, disquisición y apropiación del entorno.


Fin y comienzo de la cultura occidental, si se quiere entender esta obra hay que tener en cuenta que el orden simbólico del mundo en el que fue escrita es algo nuestro (de algún modo familiar) pero perdido en el fondo de nuestra consciencia genética... Y aún así, ya no puede comprenderse...

El viaje (metafórico) cultural como antecedente de la novela de formación (desvelar un misterio, ir desde las sombras hacia la luz, etc) planteado por primera vez en la Divina Comedia ha marcado el camino a toda la narrativa posterior: la tensión como desencadenante, las consecuencias de esa tensión como aprendizaje y síntomas que demuestran la transformación... El símbolo del ser humano perdido entre las sombras que inicia el camino de la elevación, la liberación o la sabiduría o como queramos llamarlo.



El 3 como base pitagórica del conocimiento del mundo marca la intrincada arquitectura de este poema construido no con ladrillos o piedra sino con la métafora, como Lezama Lima. Por algún motivo los tres pasajes que mas me han impactado y que considero que resumen la temática del libro están en el tercer capítulo de cada canto. Así, dice:

Canto III del Infierno:

Y yo, fijándome más, vi una bandera que iba ondeando tan deprisa que parecía desdeñosa del menor reposo: tras ella venía tanta muchedumbre que no hubiera creído que la muerte hubiera deshecho a tantos. 


EL purgatorio, canto III

(...) Mi mente, deshechando el pensamiento que la inquietaba, concentró su atención, como deseosa de recibir las nuevas impresiones, y me puse a contemplar el monte más alto de cuantos hacia el cielo se elevaban sobre las aguas. 

El paraíso, canto III

Aquel Sol que primeramente abrasó de amor mi corazón me había descubierto, con sus pruebas y refutaciones, el dulce aspecto de una hermosa verdad; y yo para confesarme desengañado y persuadido, levanté la cabeza, tanto como era necesario a fin de declararlo resueltamente. Pero apareció una visión, la cual haciéndome perceptible me trajo de tal modo hacia sí, qu eya no me acordé de mi confesión. 





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jueves, 23 de octubre de 2014

El coloso de Marusi. Henry Miller

Miller y Durrell tomando un baño en una playa de Corfú.

El mito de la ciudad y la decadencia urbana es solo un espejismo de la gloria de los poetas bohemios, pero se derrumba con el paso del tiempo. En cierto sentido, las mejores novelas del siglo XX son textos que reflejan la frustración de la vida en la ciudad: también los Trópicos y la trilogía de la Crucifixión Rosa... Al principio de El coloso de Marusi Henry Miller cuenta su primer baño en el mar cerca de la casa griega de Lawrence Durrell: su primer baño en más de veinte años desgastando la zuela de su zapato sobre el asfalto de Nueva York y París. 

Algo cambió en Henry Miller cuando llegó a Grecia por primera vez... descubrió el saludable bienestar de la naturaleza y lo más importante, encontró a sus semejantes, un pueblo que representaba el ideal del ser humano de Henry Miller. No tenía motivos para quejarse viviendo en Grecia, por eso este libro de viaje es su primera novela que no trata sobre él, sino de George Katsimbalis, una de las pocas personas que Miller admiró profundamente. Le hace decir: 

Yannopoulos (un poeta griego) es más grande que Walt Whitman y que todos vuestros poetas americanos juntos. Estaba loco, sí, como todos nuestros grandes tipos. Se enamoró de su país... Es algo divertido, ¿eh? Sí, se emborrachó tanto con la lengua griega, la filosofía griega, el cielo griego, las montañas griegas, el mar griego, las islas griegas, incluso con el mundo vegetal griego, que se suicidó. ¿Tienes ustedes escritores capaces de matarse por pura embriaguez de amor? ¿Existen escritores franceses, alemanes o ingleses que sientan hasta ese extremo su país, su raza, su suelo? Sus nombres, dígame sus nombres... Cuando volvamos a Atenas le leeré  trozos de Yannopoulos. Le leeré lo que dice de las rocas, sólo de las rocas. Nunca sabrá lo que es una roca hasta que haya leído lo que de ellas ha escrito Yannopoulos. Habla de las rocas durante páginas y páginas y cuando no encuentra rocas sobre las que seguir delirando entonces se las inventa. La gente dice que Yanno poulos estaba chiflado. No estaba chiflado. Estaba loco. Hay una diferencia entre ambas cosas. Su voz era demasiado potente para su cuerpo y le consumió. Era como Ícaro: el sol le fundió las alas...

Miller junto al poeta Katsimbalis, el coloso de Marusi. 

Aunque en lo literario el libro desmerece al lado de otras de sus obras supone un punto importante en el viaje hacia la liberación que describe paso a paso en cada uno de sus libros. Por primera vez ante el paisaje y el brillo del sol griego, al descubrir que esos lugares mitológicos sobre cuya idea se funda nuestro modo de vida, son reales, Miller roza o percibe algo que puede ser plenitud, o simplemente bienestar, es decir, que la vida puede ser cómoda, agradable...

Caminando había vencido uno tras otro a todos mis enemigos; pero había pasado junto al mayor de todos sin reconocerlo: era yo mismo. En el mismo instante en que penetré en este mundo de silencio, bañado ahora por una luz de mármol, pisé al fin ese lugar, ese centro muerto, donde el más ligero murmullo asciende como un alegre pájaro y va a perderse más allá de la baja colina, como la luz de un claro día huye ante el negro terciopelo de la noche. Balboa, de pié sobre la cumbre del Darién, no debió conocer maravilla más grande que la que yo sentía en ese momento. Acabadas las conquista un océano de paz se extendía ante mí. Ser libre, como supe entonces que lo era, es reconocer la vanidad de toda conquista, incluso la del yo, que es el último acto de egoismo...

En la isla Hidra. 

Su viaje, en principio programado para  un año, terminó bruscamente con el comienzo de la II Guerra Mundial y Miller se vio obligado a regresar a un lugar que el consideraba la representación del infierno de Dante en la tierra, un lugar del que le costó escapar, primero físicamente, después mental y emocionalmente: los Estados Unidos de America.








martes, 14 de octubre de 2014

Obra poética. José Asunción Silva


El modernismo no era solamente la corriente cursi de Rubén Darío, lugar común que reduce el concepto a una escuela de estilo afrancesado, exotista y decorativa. El modernismo hispano (latinoamericano) suponía, sobre todo, una conciencia artística profunda y una voluntad firme de innovar. El colombiano José Asunción Silva es un escritor claramente modernista, no un post-romántico como Bécquer, ni un premodernista que apuntaba un estilismo que Ruben Darío (apenas dos años mayor que él) desarrollaría posteriormente. Lo cierto es que si Rubén Darío alcanzó tanta importancia en parte se debe a que sobrevivió a todo el primer grupo modernista (muertos prematuramente).

La muerte de José Asunción Silva supuso una vergüenza para sus íntimos y un escándalo para la sociedad: fue enterrado en tierra no sagrada, en el lugar destinado a quienes atentaban contra su propia vida... el spleen, Werther. Pero su muerte también significó que la obra de uno de los poetas más interesantes de latinoamérica apenas sea hoy conocida. Muerto a los 31 años, por el mal del romanticismo , solo publicó un libro de poesías, el irónico y divertido Gotas Amargas, que sin ser el más representativo ni recopilar la mejor parte de su obra, supone una rara y curiosa colección de poemas que se adelantaban al concepto rupturista desacralizador de las vanguardias del siglo XX.



De toda su obra destaca especialmente el poema 'Nocturno III' un texto que por momentos podría pasar por contemporáneo si no tratase el tema romántico de la amada muerta, pero en cuanto a lenguaje, ritmo, imágenes y a la estructura del pensamiento que desarrolla... está muy adelantado a su tiempo.

Además, este poema es uno de los mejores ejemplos de eso que se llama verso libre y mucha gente ha olvidado lo que significaba (o nunca lo supieron) y que confunden con prosa en verso. En el libro Manual de versificación española de Rudolf  Baerh incluyen un análisis rítmico de este poema que no me privaré de compartir:

Ejemplo de versificación libre de cláusulas ( es decir, el tipo de verso libre que consiste en la reiteración indefinida de un grupo rítmico acentual)

El primer caso histórico de este tipo de versos es el poema "Nocturno" de José Asunción Silva, fechado en 1892 y publicado en 1894. Este texto tiene como eje la cláusula tetrasilábica y trocaica, que adopta la forma del troqueo doble (óo óo) o de peón de tercera (ooóo), salvo en contadas excepciones, por ejemplo, los hexasílabos "y la luna llena", "a la luna pálida", y el decasílabo "y eran una sola sombra larga". En opinión de Isabel Paraíso estos versos, anómalos en cuanto al número de sílabas del patrón (4 o múltiplo de 4) no lo son en cuanto a la acentuación, pues todos mantienen el ritmo trocaico. La rima es arromanzada (asonancia en lso versos pares (-a-a-a...), con pequeñas excepciones:

Una noche
(óo/ óo)
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de alas;
(óo/ óo/ óo/ ooóo/ ooóo/ooóo/)

etc, etc

(podéis seguir analizándolo vosotros)



NOCTURNO III

Una noche
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de älas,
Una noche
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas,
a mi lado, lentamente, contra mí ceñida, toda,
muda y pálida
como si un presentimiento de amarguras infinitas,
hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara,
por la senda que atraviesa la llanura florecida
caminabas,
y la luna llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
y tu sombra
fina y lángida
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban.
Y eran una
y eran una
¡y eran una sola sombra larga!
¡y eran una sola sombra larga!
¡y eran una sola sombra larga!

Esta noche
solo, el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
por el infinito negro,
donde nuestra voz no alcanza,
solo y mudo
por la senda caminaba,
y se oían los ladridos de los perros a la luna,
a la luna pálida
y el chillido
de las ranas,
sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
¡entre las blancuras níveas
de las mortüorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
Era el frío de la nada...

Y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada,
iba sola,
iba sola
¡iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra esbelta y ágil
fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de negruras y de lágrimas!...







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miércoles, 8 de octubre de 2014

Gambito de caballo. William Faulkner



La literatura, como el resto de las artes, ha perdido todas sus funciones y ha quedado relegada al lugar del entretenimiento. No obstante, la consciencia colectiva aún conserva sin saberlo sus valores profundos, como si la verdadera condición de la narrativa se hubiese reconvertido en la literatura de género.  

Uno de los mitos de la cultura popular contemporánea son las imágenes que surgen de la novela policíaca. Es muy común que cuando alguien quiere escribir una historia (escribir, un libro, plantar un árbol y tener un hijo) esa historia trate sobre alguien que te tiene que descubrir un misterio. 

Cuando Willkie Collins inauguró el género detectivesco con La piedra lunar transformó en símbolos populares algo que flotaba en el subconsciente: la narrativa como forma de conocimiento: de indagación. La literatura que no solo cuenta una historia o cualquier forma artística que se apropia de la realidad para darle un sentido y un significado. La metáfora es sencilla: la persona perdida entre unos datos confusos que no puede interpretar (las pistas del crimen, las percepciones de nuestros sentidos), y finalmente la solución, la clarividencia: la otorgación de un significado (verdadero o no) pero que funciona, es aceptado por la mayoría y fija y limita lo percibido, fijando y limitando nuestra experiencia con el entorno. Es un camino sin retorno, por cierto. 

En Gambito de caballo, Faulkner plantea su versión del asunto: crímenes cuyos perpetradores o víctimas son retrasados mentales, asesinatos motivados por la codicia o los celos, vínculos familiares centrados en la ambivalencia del amor y el odio son la materia prima de los enigmas que debe descifrar el fiscal Stevensy su herramienta de trabajo es un profundo conocimiento de la condición humana. Como siempre el paisaje del norte del Missippi y la búsqueda de respuestas como una excusa para indagar en la contradictoris pulsiones que gobiernas a las personas conduciéndolas a la ruina y a la destrucción.  


- Sí -dijo el sheriff-. El libro mismo dice en alguna parte: Conócete a ti mismo. ¿No hay algún otro libro que dice en otra parte: hombre, témete a ti mismo y teme a tu arrogancia, a tu vanidad y a tu orgullo? Tú has de conocerlo. Dices ser un hombre ilustrado. ¿No me dijiste que ese es el significado del amuleto de la cadena de tu reloj? ¿En qué libro está eso?
- En todos - dijo tío Gavin-. En todos los libros buenos, quiero decir. Está dicho de infinitas maneras, pero siempre está allí. Siempre. 






sábado, 4 de octubre de 2014

Thank for nothing, hippies. Sara Clancy.


La literatura puede servir para conocer cómo siente un país (aunque recuerdo que alguien me comentó una vez que los grandes iconos literarios representan, precisamente, lo contrario a los defectos de su país de origen, y tenía bastante lógica esa teoría). Al leer un libro absorbes el modo de sentir de un individuo y por asimilación, también de una región. Sara Clancy es irlandesa, pero ese es un dato que en lo poético no importa. Su obra es política y escribe siempre desde su experiencia en el activismo de izquierdas, y parece que la poesía irlandesa nunca ha sido esencialmente política.

Eso sí, Thank for nothing, hippies no es una proclama. Clancy entiende que no hay en la poesía lugar para la propaganda. La obra de Clancy es una obra escrita desde el activismo de izquierda, pero una obra que cuestiona las creencias, las actitudes, los sistemas autoimpuestos tanto externos como internos. El título ofrece una pista de cuál será su herramienta de trabajo: la ironía, entendida como alejamiento y el humor.  



Sus poemas son siempre una conversación en la que el lector no es el interlocutor sino un observador lejano, y ese es el desarrollo de la ironía. Y sí, también son poemas de amor en cierto sentido, pero un amor insertado en un espacio político, y un espacio político concreto en el que hay que buscar un lugar para el amor. Amor, economía y revolución: 


but all I’ll say is that day, in hot sunshine
an old man, skin brown from exposure, 
swam by a bridge, in a fast flowing river,
and you can decide if it was
Mostar,
Letterfrack, 
Belfast,
Palestine, 
Congo 
Liberia, 
Tibet, 
Iraq, 
Sudan
or Afghanistan, no matter, 
all I’m saying is:
people swim,
after.

Y una reflexión sobre la violencia:

Revolt
 for Tadhg McGrath

When the dust has settled
I’ll be put to death with the well fed 
that’s the way it is and I’m not sorry.

At the barricade brute truth is in the bullets, not the Molotovs.
At the ballot the answers are in the batons sheathed, not the boxes. 
the marches the purpose is the provocateurs not the speeches.

The point is not causing conflict or trouble-making
it’s about forcing the gate keepers to expose the real rules
of this game we’re entrapped in.

It’s about displaying who calls the shots, who fires them 
and who feels them.


Pero no solo la violencia revolucionaria, también el crimen. Clancy vivió en México y Guatemala:


The night after the assassination
(in memory of Julio Fernando Cardona murdered August 7th 2011 Mexico)

And I would swallow condoms full
of this star sky and smuggle them home for you
If you'd only tell me where you live now
and if they burst in my intestines
you'll never know I swallowed stars for you,
that I diced the moon with razors
on the mirror of the sea and sniffed it
past watering eyes to the back caverns of my skull
just to show it to you
on the day of the dead.

The moon can hang there while
I bribe the customs guard
I'll brave the border
with these decorations from a humid night
and the heat I hid in undergarments
and stowed between bare feet and soes
in the first place they'll think to look
I did it because I want it to be found.

On the day of the dead I'll confess
I looted them
the sky the sea the stars the moon the heat the sweat
I stayed a watch for them
I stayed a watch for you
but I don't know where any of you have gone.



A parte de todo esto, he decir que el libro lo leí en inglés, por lo que de todas las imágenes de libro solo llegaron a mí ciertas abstracciones que no dejan de tener interés. Decía Proust que al releer un libro regresas al lugar dónde lo leíste en el pasado, un lugar emocional que es espacio y tiempo. Pero con este libro también me pasa algo parecido. Lo compré en Galway en la librería Charlie Byrne, le pedí a la dependienta que me recomendase poetas irlandeses y como me sacaba libros de hombres le pedí una mujer, sonrió, rebuscó durante un rato y sacó este libro acercándoselo al pecho y suspirando como si fuese muy importante para ella. 



Unas traducciones: 



Las desapariciones pueden ser engañosas

Aquí, a las seis con diez

podrás lamentar

la desaparición del sol tropical

que cocía la raya de tu peinado

al diez para.

Doscientas lenguas enteras

se han desvanecido

y los que se opusieron

son invisibles

limpiando parabrisas

en los entronques de la ciudad.

Sin embargo la virgen de Guadalupe

apareció,

como si de la nada en 1531,

1910 tenía la pinta

de ser una revolución,

pero la exploración de carbón puede aparecer

desde Canadá

y atomizar una montaña y sus poblados

en ocho meses

y pese a que aparentemente no existe

una secretaría de desapariciones de Estado

Mariano Abarca,

que se opuso

desapareció,

nadie vio nada

y la violada tierra virgen no dijo

nada.






De todos modos el centro nunca sostuvo nada




No estoy en el negocio de aceptar reconocimientos

por tener una visión del mundo empaquetada al vacío;

de hecho, díganme,

¿qué les hizo pensar que lo haría?

La verdad es que el centro nunca ha sostenido nada:

sólo los dos extremos opuestos pueden hacerlo, así que quémenme

con todas las otras brujas si creen que

lo que sea que tengamos de valor fue

concedido por los caprichos de títeres hastiados;

en el terreno medio nada parecía

magia: sin precio alguno la demanda

predice la oferta, así que llámenme exigente

y me sentiré halagada, si libertad de elección significa

escoger su condicionamiento de poner alto a su resistencia

no hay forma de convencerme de que este sistema

es el mejor para la mayoría o cualquiera, cuando la mayoría

y pueblos enteros son reducidos a vender influencias

para el engañoso modelo de una vida en este extremo obtuso,

con casi la mitad de la humanidad sin dentadura

con gusto seré reaccionaria y si resulta dogmático

decir no compro esto pues lo ladraré durante una vida entera

de la misma manera en que los perros callejeros aúllan su existencia.